La vida útil de los electrodomésticos modernos

Muchos propietarios asumen que la tecnología ahora disponible en muchos electrodomésticos aumentaría naturalmente su vida útil. Desafortunadamente, lo cierto es que ocurre justo lo contrario.

Si bien los electrodomésticos de generaciones anteriores podían durar hasta 30 años, los refrigeradores, lavadoras, secadoras, unidades de calefacción y aire acondicionado y los lavavajillas de hoy en día tienen un promedio de 15 años antes de requerir un reemplazo.

Los avances técnicos como pantallas electrónicas y sensores contribuyen a presionar el dispositivo y hacer que falle antes. Además, las piezas de plástico delgadas han reemplazado a la porcelana en muchos electrodomésticos. Esto los hace menos costosos pero más propensos a desgastarse más rápido.

Consejos para aumentar la longevidad de los electrodomésticos modernos

Antes de comprar un electrodoméstico nuevo, debes asegurarte de que viene con un manual de instrucciones detallado. A pesar de que no es el material de lectura más estimulante del mundo, revisarlo te dará valiosos consejos sobre cómo mantener y reparar la unidad en caso de que falle alguno de sus componentes o se rompa alguna de sus piezas.

También es importante tratar de solucionar el problema antes de ceder y comprar un nuevo dispositivo. En la mayoría de los casos, los primeros problemas que pueden surgir son menores y pueden corregirse.

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Beneficios de los electrodomésticos avanzados tecnológicamente

La tecnología disponible en muchos electrodomésticos hace posible que el propietario ahorre una cantidad considerable de dinero y tiempo día a día. Los aires acondicionados de alta eficiencia, por ejemplo, pueden reducir significativamente la factura mensual de luz y energía.

Cuando llega el momento de comprar un electrodoméstico nuevo, es importante estimar la vida útil que va a ofrecer, así como si dispone de funcionalidades de ahorro energético. Ver esta información puede ayudar a decidirse entre un modelo u otro mucho más fácilmente.

También es buena idea invertir una pequeña cantidad de dinero en una garantía  del producto(o una ampliación de la misma). Esto cubre los problemas relacionados con los defectos del fabricante, así como los que pudieran surgir a raíz del desgaste normal del día a día.