Los muchos y sorprendentes usos del limón en la cocina

Si creías que el limón tan sólo servía para hacer limonada, cortar una rodaja y ponérsela a nuestros refrescos o para echar algunas gotas en la paella antes de hincarle el diente, seguro que este artículo te resultará muy interesante. Hoy en el blog de Fersay, vamos a sorprenderte con los 5 usos de los limones en la cocina que más nos han convencido (¡aunque en realidad existen más de 34 usos!).

¿Hay algo en tu nevera o congelador que huele fatal?

Puedes fácilmente esos terribles olores de tu nevera humedeciendo con zumo de limón una bola de algodón o una esponja. Déjala en la nevera durante algunas horas y verás cómo tu nevera vuelve a tener un olor fantástico (eso sí, no te olvides de tirar antes aquello que causara el olor o no servirá de mucho).

Consigue que tus electrodomésticos brillen como hacían antes

Si frotas el lado cortado de un limón sobre sartenes y ollas opacas y luego las frotas con un paño suave, seguro que te das cuenta de que vuelven a recuperar ese brillo tan reluciente que tenían cuando las compraste.

¿Usas una tabla de cortar a menudo?

Si eres de aquellos que utilizan una tabla de cortar a diario, seguro que te interesa saber que puedes desinfectarla y deshacerte de los olores que puedan haber dejado las cebollas, el ajo, la carne o el pescado frotándola con el lado cortado de medio limón cada vez que la utilices.

Un olor fresco y exótico en tu microondas en sólo cinco minutos

Coloca tres cucharadas de zumo de limón en una taza que sea apta para el microondas y enciéndelo durante 5-10 minutos para que el vapor se condense en las paredes y el techo de tu microondas. Luego limpia la comida ablandada que pueda estar pegada al interior de tu microondas con una esponja suave (que no arañe la superficie).

¿Se te suele pegar el arroz?

Si cada vez que pones arroz a hervir sale pegado, solo tienes que añadir una cucharada de zumo de limón al agua cuando empiece a hervir y cuando el arroz esté listo, dejarlo enfriar durante unos minutos. Remuévelo antes de servirlo y verás cómo no casi no se pega a las paredes de la olla.