¿Cuánta agua gasta un lavavajillas?

Cuando tus manos están entretenidas limpiando los platos llenos de restos de comida, es difícil darse cuenta de cuánta agua corre por el desagüe. Sin embargo y, para que te hagas una idea, se calcula que lavar los platos a mano puede suponer utilizar más de 100 litros de agua.  Por tanto, ¿qué es mejor? ¿lavar a mano o usar un lavavajillas?

Como ocurre con todos los electrodomésticos, el consumo de agua de un lavavajillas dependerá de su uso, de su antigüedad y de su eficiencia. Por poner un ejemplo, los lavavajillas más modernos del mercado utilizan una media de 10-15 litros de agua por cada carga, mucho menos de lo que se gasta haciendo esta tarea de forma manual.

Sin embargo, que el lavavajillas consuma tan poca agua también depende de nosotros. Para evitar que tu lavaplatos gaste más de lo necesario, es indispensable que sigas unos sencillos trucos:

  • Utiliza siempre el programa adecuado y espera a tener la carga llena. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda utilizar el programa ECO, que ayuda a ahorrar hasta un 20% en el consumo de electricidad y hasta un 16% en el de agua.
  • Compra un lavavajillas con etiqueta de eficiencia A+++. Son más caros sí, pero tan solo consumen 1,3 Kw/h. Puede que en el momento de la compra dudes por su precio algo más elevado que otros lavaplatos menos eficientes, pero a la larga tu bolsillo y el medio ambiente te lo agradecerán.
  • Con la sal y el abrillantador no te la juegues. Los niveles de estos dos elementos deben ser siempre los recomendados por el fabricante para evitar problemas y consumos desmedidos.
  • Coloca bien los platos y los cubiertos. Al contrario de lo que se hace normalmente, lo correcto es colocar la vajilla de forma circular empezando desde el interior para aprovechar el espacio y conseguir que el agua llegue a todos los rincones por igual.  Procura poner los platos con las manchas más resistentes, como las de huevo, en aquellas zonas donde el impacto del agua sea más directo.
  • Enjuaga los restos de comida antes de introducir los platos en el lavavajillas. Basta con retirar los elementos sólidos con una espátula o con una servilleta de papel para evitar que los restos provoquen atascos en el mecanismo del electrodoméstico.
  • Mantén tu lavavajillas limpio. La suciedad puede provocar un incremento del gasto de agua y de energía del electrodoméstico, además de aumentar la posibilidad de que se averíe. Productos como el líquido especial para limpiar lavavajillas de Fersay son ideales para desengrasar y eliminar la cal acumulada en los aspersores, tuberías y filtros.
  • Revisa que no haya ninguna pieza en mal estado. Una rueda del cesto que no funciona bien o un dosificador estropeado pueden ser los culpables de que tu lavavajillas consuma demasiado o que no haga su trabajo de forma correcta. Conserva tu lavaplatos como el primer día gracias un buen mantenimiento y a buscar el repuesto que necesitas en Fersay.

En definitiva, utilizar un lavavajillas para mantener tus platos y cubiertos limpios no solo es una buena idea a la hora de ahorrar agua, sino que también tiene un balance positivo en el consumo de energía y en la reducción de la factura de la luz.

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